El Río Atrato al igual que los ríos Cauca y Magdalena, son las únicas arterias vivas por las que han transcurrido nuestra historia, nuestra identidad y nuestra memoria.
La enorme biodiversidad del territorio surcado por las aguas del Atrato y sus afluentes es mundialmente famosa. Vigía del Fuerte y Murindó son unas de las zonas más importantes para la conservación ambiental en el planeta, y han sido la ruta de libertad y resistencia para generaciones de pueblos indígenas y afrodescendientes que han sabido construir en estos territorios formas propias de ser, sentir y estar en el mundo.
La magnificencia e imponencia del río Atrato es bien conocida por sus habitantes. Cualquier persona que lo observe desde sus riberas puede sentir la fuerza de un río que lleva en sus aguas la vida de varios departamentos y territorios étnicos. Para la Gerente de Afrodescendientes – Dra. Ruth Helena Mena Pino, el río está vivo. El Atrato es la sangre que fluye y alimenta a todos los pueblos y ecosistemas que alimentan sus aguas. Si el río y sus afluentes sufren, todas las personas que habitan los territorios que bañan sus aguas sufrirán también y sus prácticas y conocimientos ancestrales se verán seriamente amenazados.
Para la Gobernación de Antioquia liderada por el Dr. Luis Pérez Gutiérrez ha sido un gran reto responder ante las necesidades, pero no ha sido imposible, por ello estamos garantizando los derechos del río a la protección, conservación, mantenimiento y restauración, dando cumplimiento a la sentencia T622. Muestra de ello, el pasado 17 y 18 de septiembre, viajó una comisión de 30 profesionales multidisciplinarios, ofreciendo la oferta institucional de Antioquia Cercana y Acércate Antioquia, Salud, Educación, Productividad, Participación Ciudadana, Maná y mesa técnica de la Gerencia Afrodescendientes.