Medellín: Buen Destino Para Los Universitarios, Pero Muy Caro

Llegó el fin de mes y no hay plata para pagar el arriendo. Y, cuando eso está cubierto, entonces toca ajustar el bolsillo para la comida, los buses, los libros…

Ese es el dilema permanente de Luis Fabián Grueso, que llegó desde Tumaco, Nariño a Medellín para estudiar Ingeniería Civil en la Universidad Nacional. Sus complicaciones no son solo económicas, dice, sino también con la vida académica que, viniendo de otras ciudades, se complica.

Y precisamente con el fin de analizar las condiciones y el bienestar que ofrecen las urbes a los estudiantes de educación superior, la Red Cómo Vamos presentó su Índice de Ciudades Universitarias (ICU), un estudio que analizó, entre 2014 y 2017, a trece capitales de departamentos en cinco dimensiones: calidad de la educación superior, ambiente universitario, empleabilidad de los egresados, costo y calidad de vida.

Para ello se tuvieron en cuenta 19 variables, entre las que figuran disponibilidad de docentes con alto nivel de formación, variedad de la oferta universitaria local, programación cultural y recreativa de la ciudad, costos (de alimentación, vivienda y transporte) y tasa de desempleo juvenil.

¿Y cómo le fue a Medellín? En los resultados generales, Manizales encabeza la lista, seguida por la capital antioqueña. Ambas se destacan especialmente en la calidad de la educación superior, el ambiente universitario y la empleabilidad de los egresados (ver gráfico). Eso sí: Medellín se rajó en costo de vida, donde ocupó la posición 12 de 13.

El informe incluye en un segundo grupo llamado “Ciudades seguidoras” a Pereira, Bogotá, Cali, Santa Marta e Ibagué, que presentan resultados variados en las cinco dimensiones. En la categoría de “Ciudades rezagadas” hacen parte Cartagena, Armenia, Cúcuta y Quibdó, por evidenciar brechas y problemas marcados, ligados al bienestar de los estudiantes en estas localidades.

En costo de vida, sin embargo, la tabla se invierte: Quibdó, que ocupa el último lugar en calidad de la educación, es la más económica de las capitales evaluadas, mientras Medellín es la segunda ciudad más costosa para un estudiante, detrás de Bogotá.

En el empleo el panorama es desalentador para todos: si bien en Medellín y Bogotá los egresados consiguen trabajo más fácil que en el resto de capitales, hubo un deterioro general en las condiciones del mercado laboral en el país que se vio reflejado en el índice.

Juan Luis Mejía, rector de la Universidad Eafit, opinó que sería pertinente incorporar al estudio cuál es el aporte e impacto de la educación superior a las economías regionales, así como un indicador de internacionalización: cuántos estudiantes y profesores extranjeros atrae la ciudad.

María Clara Ramírez, directora de Sapiencia, destacó el reto que tiene el país con respecto a la pertinencia, es decir, de disminuir la brecha entre lo que necesita el empresario y lo que se está formando en las universidades.

Camilo Younes, vicerrector de la Universidad Nacional sede Manizales, celebró el estudio e indicó que tener el índice “nos permite entender el contexto y, desde esa perspectiva, generar las condiciones necesarias para mejorar”.

Jaime Restrepo Cuartas, rector de la Universidad de Santander, enfatizó en que las instituciones están atrasadas en cuanto a nuevas ofertas académicas: “Estamos enseñando lo mismo en los mismos programas de siempre”.

El estudiante Luis Grueso recordó que pese a que la universidad tiene programas de bienestar, alimentación y alojamiento, muchos no acceden a esos beneficios “y así como llegaron a Medellín les toca devolverse” .

Tomado de: https://www.elcolombiano.com/antioquia/medellin-buen-destino-para-los-universitarios-pero-muy-caro-BH10534423

Salir de la versión móvil