Nutrición ‘FAKE’: El Otro Peligro De Las Redes Sociales

Si los falsos profetas de la medicina se cuentan por miles, los de la nutrición ya empiezan a ser millones y seguro que no es una exageración. Las redes sociales han abierto para ellos una vitrina sin criterios de selección, y con ellas han atrapado a incautos de diversa índole: desde los que creen que los consejos tienen sustento científico hasta los que creen que esos influenciadores predican, aplican y no tienen intereses de por medio.

Aunque la indignación primaria podría volcarse contra estos influenciadores, entre los mismos profesionales de la salud hay cierto reconocimiento de que los malos consejeros de la era digital simplemente llenan el vacío que las universidades y los médicos han sido incapaces de llenar.

“Facultades de Medicina tienen responsabilidad en proliferación de falsos profetas de la nutrición.”

En promedio, las personas pasan dos horas diarias navegando por internet en sus teléfonos; el 50 % de estos usuarios obtienen sus consejos de nutrición en línea”.

Según los autores, varias razones explican el silencio de los médicos en el campo de la nutrición. Y comienzan con una paradoja: “Una razón es el tiempo: los médicos están demasiado ocupados combatiendo las consecuencias de la malnutrición”. Otro factor es una cuestión de imagen: con frecuencia, los médicos lucen menos saludables que los blogueros o influenciadores ‘expertos’, y eso les resta credibilidad ante sus pacientes

“Por otra parte, han sido formados más para tratar enfermedades y diagnosticarlas que para prevenirlas, y por eso no se sienten seguros a la hora de dar consejos sobre nutrición.”

Según la nutricionista y académica Patricia Savino, directora del Centro Latinoamericano de Nutrición (Celan), actualmente estamos viendo lo contrario. “Hay demasiados alimentos a disposición de los consumidores, muchos de ellos son perjudiciales, algunos son casi adictivos, y con frecuencia tienen mejores precios que los productos saludables”.

“Hay demasiados alimentos a disposición de los consumidores; muchos son perjudiciales, algunos son casi adictivos, y con frecuencia tienen mejores precios que los productos saludables.”

En vísperas del Congreso Mundial de Educación Médica que se llevó a cabo en Cartagena a finales de marzo, Gustavo Quintero, presidente de la Asociación Colombiana de Facultades de Medicina (Ascofame), expresaba su preocupación por el “divorcio entre lo que la población necesita y las competencias del profesional que se forma”, y por el hecho de que “muchos de los programas curriculares se centran en la cura de enfermedades tratadas en hospitales, cuando el foco debe ser el entorno natural de la gente”.

Un hecho aparentemente positivo de lo que ocurrió no hace mucho, cuando se conoció el fraude de la ‘influencer’ Rawvana (se promocionaba como una gurú del crudiveganismo, pero fue descubierta comiendo pescado y luego contó que su régimen hizo que se enfermara), es que otros están empezando a acabar con la farsa.

La otra parte positiva es que deja lecciones a los incautos. El nutricionista y dietista Juan Camilo Mesa (@MesaConS), que ha ingresado a las redes sociales desde una perspectiva más científica, observa con preocupación que “la gente confía ciegamente su salud al modelo ‘fitness’ que recomienda batidos verdes, pastillas y ayunos a diestra y siniestra, sin consultar la formación académica de quien está detrás de la recomendación”.

Por eso, aconseja dudar de los ‘coaches’ en nutrición que sugieren dietas milagrosas o demasiado estrictas, grandes pérdidas de peso en poco tiempo, disminución del porcentaje de grasa sin esfuerzo, o aquellos que incluyen en sus ‘posts’ palabras como ‘toxinas’, ‘depurar’, ‘eliminar’ o ‘curar’

TOMADO DE: https://www.eltiempo.com/vida/salud/nutricion-fake-el-otro-peligro-de-las-redes-sociales-351732

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