Si por Cali llueve con el tema de representación afro, en López de Micay, donde se obtuvo la segunda curul a la Cámara de Representantes para la circunscripción especial de negritudes, la tormenta no cesa.
El Consejo Comunitario de La
Mamuncia avaló en las pasadas elecciones legislativas la aspiración de Hernán
Banguero, quien obtuvo la segunda curul de los afro con 23.613 votos, pero casi
de inmediato se divorció de la comunidad que lo avaló.
Pero la crisis llegó unas semanas atrás, justo en el momento de solicitar la
personería jurídica que le permitiría al movimiento del consejo comunitario
avalar candidatos, pero el representante a la Cámara nunca apareció.
Lo avalamos en Mamuncia, se
elegió, confiamos enteramente en él porque era un hombre cristiano y constituyó
su UTL y nunca le ofreció nada al consejo comunitario; hoy no tenemos la
personería jurídica esperando que decidiéramos la conformación de la junta
directiva, pero el señor nos traicionó y ha dicho que él es el dueño del
partido”, señala Paulino Riascos, representante legal y presidente del Consejo
Comunitario de La Mamuncia.
“Empezamos
a trabajar en la propuesta de partido y el representante no respondía y nunca
apareció, cuando nos enteramos que había presentado su propuesta solo y sin
contar con el consejo comunitario”, dijo Riascos.
En respuesta, la comunidad de La Mamuncia presentó su proyecto de partido,
Alianza Democrática Afrocolombiana (ADA), para reclamar la personería jurídica
ante el CNE.
Así las cosas, por esta circunscripción de negritudes hay radicadas ante el CNE
dos solicitudes de personería jurídica para crear un mismo partido.
Fuentes del Consejo Nacional
Electoral le aseguraron a El País que “el representante Banguero viene solicitando
que le entreguen la personería jurídica con el argumento, entre otros, de que
en el Consejo Comunitario de La Mamuncia, ubicado en López de Micay y que fue
el que avaló su aspiración, solo obtuvo un voto”.
Si nosotros quisiéramos, dijo Riascos, “presentábamos una acción penal contra
el representante a la Cámara porque vulneró nuestros derechos y eso se llama
falsificación; porque no era la persona autorizada para reclamar la personería
jurídica”.