“Siete lideresas hablaron con El Espectador sobre los problemas que más preocupan al departamento e hicieron un llamado al presidente Duque para que las escuche y tome medidas para paliar la crisis que enfrentan.”
No son actrices ni personalidades reconocidas, pero protagonizan una historia; o mejor dicho varias historias que al final terminan siendo una misma: la de la resistencia. Son siete lideresas de municipios como Quibdó, Istmina, Condoto y El Carmen de Atrato, todos en Chocó, que mediante un documental quieren hacer un llamado de alerta frente a la crisis que desde hace décadas atraviesa su departamento sin que ningún gobierno haya tomado medidas claras para su solución.
Chocó: derechos negados, mujeres en pie se titula la pieza audiovisual que tiene de fondo una consigna clara para ellas: “Chocó también hace parte de Colombia y nosotras estamos aquí, dispuestas a luchar y hacernos escuchar”. El documental —que está dividido en dos partes: Voces del territorio e Historias de lucha y resistencia— fue el resultado de dos iniciativas. Por un lado, el proyecto denominado “Documentación, capacitación y aumento de la participación de las mujeres para la reducción de los niveles de violencia en el Chocó”, que se desarrolló en alianza con Mujeres en Zonas de Conflicto (MZC) y la Red Departamental de Mujeres Chocoanas, financiado por la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID).
Por otro lado, el proyecto “La Paz sostenible tiene piel de mujer negra”, que se realizó gracias al apoyo de Fondo Sueco–Noruego de cooperación con la sociedad civil colombiana (FOS).
Allí, mediante los relatos de estas siete lideresas, se narran las problemáticas de un territorio que, a pesar de su inmensa diversidad y riqueza natural, es golpeado por la pobreza, el hambre, los desplazamientos forzosos, asesinatos, violaciones y minería ilegal, entre otros males. Estas son sus historias:
En 2016, tras una larga lucha legal, madre e hija viajaron con sus propios medios a Medellín para tratar la leucemia linfoblástica aguda tipo B de Eucaris, pues el servicio médico que tenían no cubría la ambulancia para el traslado.