“La mente es distraída por naturaleza, pero con internet y los aparatos tecnológicos ha perdido aún más el foco. Un experto revela diez técnicas para ser más productivo y creativo en un mundo lleno de distracciones.”
Cualquier persona conoce la importancia de la atención. Y cualquiera que tenga un celular también sabe lo fácil que es perderla. La mente divaga por naturaleza, lo que ayuda en el proceso de crear, planear el futuro y conectar ideas. Por eso, se distrae por lo menos durante el 47 por ciento del día.
No obstante, hay luz al final de túnel. Chris Bailey, canadiense de 29 años, saltó a la fama por su best seller The Productivity Project. Según él, es posible salir de la trampa de la distracción para tener más productividad en el día.
Este gurú de la productividad lanzó su nuevo libro, Hyperfocus, en el que explica que a la mente le gustan las cosas nuevas, inquietantes y placenteras. Pero con la llegada de la tecnología, se juntaron el hambre y las ganas de comer.
“Con los aparatos que nos rodean se da típicamente una combinación de las tres. Nada más estimulante, amenazante y novedoso que su teléfono inteligente”
Una persona tiene la capacidad de concentrarse entre 30 y 40 minutos en una tarea antes de que la atención empiece a extraviarse por otros caminos. Pero hoy algo la interrumpe apenas 40 segundos después de comenzar.
Bailey sostiene que, si se logra producir lo necesario en el día, quedará tiempo para que la mente merodee y sea más creativa. Su libro ofrece muchos ejercicios prácticos, pero estas reglas generales han demostrado favorecer la concentración.
1. Solo tres metas diarias:
La mayoría programa el día con listas de cosas por hacer. La tentación de abarcar mucho es grande, pero puede resultar abrumadora para algunos. Bailey propone concentrarse solo en tres tareas al día porque “ese número se ajusta al espacio de atención de nuestra mente y nos hace pensar en lo que es importante y lo que no”, dice
2. Intercambie el celular:
Según los estudios, la gente revisa los teléfonos celulares cada tres o cuatro minutos y chequea sus redes sociales 38 veces al día. Por eso, hay que hacer algo para controlarlos. Por ejemplo, voltearlos para no ver las notificaciones o ponerlos en silencio. Pero para algunos eso no alcanza. El siguiente nivel consiste en activar el modo avión para asegurarse de que no estarán disponibles.
3. Modifique su entorno:
Bailey sugiere tomar nota del ambiente en el que se encuentra porque este debe favorecer la actividad para desarrollar, la atención se enfoca más en los sitios donde hay menos interrupciones: una habitación de su casa, la biblioteca o una cafetería.
4. Haga una lista de distracciones:
No solo las distracciones externas afectan la atención. También lo hacen las internas, como, por ejemplo, recordar algo que no ha hecho. El autor sugiere llevar una libreta de apuntes y anotar lo que desconcentra, desde nuevas ideas hasta tareas a las que debe hacer seguimiento.
5. Meditación y mindfulness:
Desde hace una década Bailey practica la meditación. Según los estudios, hacerlo a diario durante 30 minutos es suficiente para ver mejoras en la capacidad de memoria y de enfocarse.
6. Música, maestro:
La música favorece la concentración, pero solo si se trata de melodías conocidas y sencillas. Si se repiten una y otra vez, mucho mejor. Porque si se trata de música nueva, atraerá el cerebro hacia ella y este no va a enfocarse en el trabajo.
7. Vino para la creatividad:
En cuestión de atención el alcohol hace lo opuesto al café. Pero si se usa apropiadamente, puede ayudar a cumplir las tareas. Una bebida alcohólica, dice el autor, ayuda a reducir la inhibición, y eso, a su vez, lleva a que las ideas fluyan mejor: “Yo recomiendo una copa para generar ideas la noche antes de una reunión. Los estudios científicos apoyan esta medida”.