El escritor chocoano Arnoldo Palacios vive en París desde hace varias décadas. En 2010, el Ministerio de Cultura de Colombia reeditó su primera novela, “Las estrellas son negras” (1949), dentro de la colección de la Biblioteca de Literatura Afrocolombiana. La novela ya empieza a ser reconocida como parte del proceso de modernización que vivió este género narrativo a lo largo del siglo XX, y ya se ha empezado a escribir sobre ella y sobre su repercusión en la escritura posterior y en la mirada hacia el Pacífico colombiano, región que retrata con crudeza.
Detrás de la escritura de Arnoldo Palacios se han ido tejiendo varias historias: sus comienzos en Quibdó y posteriormente en la Bogotá de los años 40, la desaparición de los primeros manuscritos de “Las estrellas son negras”, su salto a estudiar literatura en París, y sus múltiples viajes por Europa. Las historias ya conocidas, pero contadas con el nuevo entusiasmo de aquel que disfruta ver cómo se mezcla la realidad con la ficción. Su intención es la de sumergir a todo aquel que esté dispuesto en su empresa literaria, la que construyó a personajes tan memorables como Irrá, el quibdoseño atormentado de “Las estrellas son negras”, o Nive, aquella mujer mítica sobre la que ya tantos le han preguntado.
«Las estrellas son negras», ARNOLDO PALACIOS